Te conviertes en el mejor atleta, a metros de llegar a la meta, sientes como se reduce el espacio entre tu dedo y el reloj checador.. abres los ojos y justo en ese momento cambio, expiró lo que te separaba de la tolerancia al Retardo, ese minuto, ¡el minuto Godín! Odioso.
Así la travesía de cada uno de tus días.
De pronto, tu jefe con voz firme te llama a su oficina, te pregunta tus "justificaciones" por llegar tarde, en tu mente, piensas en el tráfico, en el semáforo que no servía, en los empujones del metro, en las veces que te has ido tarde, pero tu boca sólo sale un, vera que ya no sucederá...
Ánimo amigos Godínez, todo esfuerzo se compensa a llegar a casa.
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